Seguro que has visto multitud de fotografías en las que un fondo completamente negro contrasta mucho la imagen y resalta el objeto fotografiado. ¿Lo has intentado conseguir y no has logrado el resultado que esperabas?
No te preocupes, es más fácil de lo que parece. Para poder lograr buenas fotos con fondo negro solo necesitas leer este artículo, porque vamos a mostrarte cuáles son los problemas habituales que vas a encontrarte y cómo solucionarlos. ¡Vamos allá!
El Magnetismo del Fondo Negro
Las imágenes con fondos negros tienen un gran poder de atracción porque las relacionamos con misterio y distinción. Si se trata de un objeto nos inspira lujo y elegancia, mientras que si se trata de un retrato, esa persona nos parece enigmática, profesional e interesante, incluso puede llegar a intimidarnos si nos mira directamente.
Eso pasa porque asociamos los colores a emociones de forma inconsciente, es lo que conocemos como Psicología del Color. Además, como es evidente, el contraste que se crea entre figura y fondo hace que el objeto principal sea el centro de interés para el espectador.
El punto fuerte de las capturas con fondo negro es que eliminan la información innecesaria del segundo plano del encuadre. En ellas tenemos el control total sobre la composición, la cual podemos manejar a nuestro antojo, consiguiendo un aspecto más profesional.
¿Cuándo Usar un Fondo Negro?
Realmente, puedes utilizar un fondo negro siempre que quieras porque en fotografía (como en cualquier otro arte) no hay reglas inquebrantables. Pero sí que es verdad que existen disciplinas fotográficas donde es más fácil que se utilicen este tipo de fondos.
En fotografía de producto es un color indispensable, ya que (junto con el fondo blanco) aíslan el producto del fondo focalizando la atención en el primero y esto, para realizar una venta, es lo que más interesa. Por el mismo motivo, suelen emplearse en fotografía de moda o en fotografía gastronómica.
También los utilizaremos para fotografía macro de insectos, flores, plantas o joyas, por ejemplo, e incluso para composiciones más artísticas de naturaleza muerta. Y, por supuesto, como ya hemos comentado, son habituales para fotografía de retrato en color o blanco y negro. De hecho, seguro que has oído hablar de los famosos retratos en clave baja, ¿verdad?
El Error Habitual del Primer Intento
Cuando uno se plantea obtener una de estas fotografías, lo primero que seguramente piensa es: ‘Si dispongo de un fondo de color negro, me será mucho más fácil’. Y sí, es verdad, un fondo negro nos ayuda a conseguir lo que buscamos, pero no lo es todo.
Es posible que si colocas una tela, una cartulina o lo que sea que encuentres de color negro y lo sitúas justo tras el objeto o sujeto a fotografiar, obtengas algo parecido a lo siguiente.
Desde luego, como punto de partida no está mal. Pero, como ves, el fondo no es uniforme. De hecho no es del todo negro si no gris y presenta diferencias de iluminación debido a los pliegues y arrugas que hay en el propio material.
Con una foto como esta, no te queda más remedio que irte a Photoshop y tratar de pintar de forma homogénea el fondo para que se perciba como algo completamente uniforme. El problema es que, si no eres un auténtico crack de la edición, es posible que el resultado no sea del todo bueno.
De hecho, aunque consigas arreglar ese fondo en edición, seguramente habrás invertido un tiempo que te podrías haber evitado disparando la toma bien desde el principio… Por eso, vamos a ver qué ha podido fallar.
¿Por qué no hemos Conseguido un Fondo del todo Negro?
Aunque no lo creas, que el fondo sea negro no es lo más importante para lograr un fondo de este color. Nos ayuda, pero como has visto en la imagen anterior no es suficiente. Cuando fotografiamos un objeto debemos considerar la existencia de dos iluminaciones:
- La iluminación del primer plano: que se controla con el diafragma. Cuanto más cerrado esté, más oscuro se verá el primer plano, o bien, más intensidad requerirá la luz de la que dispongas para iluminar correctamente.
¿A qué se debe esto? Pues al número f que elijas. Como sabes, este número hace referencia a la abertura física del diafragma, es decir, al diámetro del orificio que dejan las palas. Como ves en las fotos de ejemplo, cuanto menor es el número f, mayor es el orificio, es decir, mayor es la apertura del diafragma y, en consecuencia, más luz entra en nuestra cámara. Y viceversa, cuanto mayor es el número f, menor es el orificio que dejan las palas y, por tanto, menor es la apertura de diafragma, lo que se traduce en menos luz entrando hacia nuestra cámara.
- La iluminación del fondo: que se controla con el tiempo de exposición. Un menor tiempo de exposición permite contar con un fondo más oscuro.
De este modo, la iluminación del fondo (si este está debidamente alejado del primer plano) dependerá exclusivamente de la luz ambiente y no de la luz del flash, por lo que podremos reducir esa iluminación del fondo utilizando una velocidad de obturación alta.
Tienes un ejemplo de esto último en las dos imágenes superiores. Ambas fueron tomadas con f/3.5, pero en la de la izquierda el tiempo de exposición fue de 1/10 seg., mientras que en la de la derecha el tiempo de exposición fue de 1/200 seg.
Regla de la Inversa del Cuadrado
Otro punto esencial es la distancia a la que colocamos el fondo con respecto al elemento fotografiado, donde entra es escena una ley física esencial: la Inversa del Cuadrado. Esta hace que a medida que nos alejemos de la fuente de luz, la intensidad con la que actúa esta luz disminuye cuadráticamente, ¿no lo recuerdas? Te refrescamos la memoria.
Se trata de una ley que se aplica a diversos fenómenos físicos y que consiste en que la intensidad de estos fenómenos disminuye a razón del cuadrado de la distancia al centro donde se originan. En particular, se refiere a fenómenos ondulatorios como son la luz y el sonido, siempre y cuando el foco de emisión sea puntual.
En otras palabras, que la intensidad de luz recibida por un objeto al ser iluminado por una fuente de luz que, por ejemplo, se encuentra a 1m, disminuye 4 veces (dos al cuadrado) cuando situamos ese objeto al doble de distancia (2m). Y, por ende, esta intensidad disminuye 9 veces (el triple al cuadrado) cuando situamos ese objeto al triple de distancia.
Lo bueno es que esta regla se aplica a cualquier tipo de iluminación ya sea natural, continua, del flash integrado, del flash externo, etc. Por lo tanto, si has cometido el error habitual de colocar el fondo justo detrás del objeto u sujeto fotografiado, bien pegadito, pues difícilmente habrás conseguido el fondo negro que esperabas.
Aspectos a Tener en Cuenta para Fotografiar un Fondo Negro
Además de la distancia entre el objeto fotografiado y el fondo, hay que tener en cuenta otros aspectos relevantes como el material que utilices para el fondo y la dirección en que la luz incide sobre nuestra composición.
Fragmento Fototip Fotos con Fondo Negro: Problemas y Soluciones
El Tipo de Fondo
Cuando contamos con un gran espacio donde hacer nuestras fotos, podemos separar mucho el sujeto u objeto del fondo y no preocuparnos tanto de los detalles. Pero si disponemos de un espacio reducido, vamos a tener que escoger muy bien el fondo.
Si nuestro objetivo es conseguir un fondo liso, uniforme y homogéneo en el resultado final de la toma, deberíamos utilizar un fondo así, ¿no crees? En primer lugar, debemos pensar en el tamaño del fondo porque no será lo mismo fotografiar una flor que una persona de cuerpo entero, por ejemplo.
Debes conseguir un fondo donde el sujeto u objeto quede completamente delimitado dentro de él. Este puede ser una tela, un cartón, un papel, un vinilo, una pared, etc. lo importante es que sea lo más oscuro y opaco posible (es decir, que no pase la luz a través de él).
Tampoco nos interesa que el material de la superficie de ese fondo refleje la luz, como el plástico o el cristal, mejor si es mate. Por último, tampoco elegiremos uno que tenga demasiadas arrugas o textura, para evitar sombras e imperfecciones indeseadas.
La Direccionalidad de la Luz
El otro aspecto a tener en cuenta es la dirección con la que la luz incide sobre nuestro elemento fotografiado. Ya sea la luz natural que entre por una ventana, la luz de un flash externo o una luz continua (una bombilla, una lámpara, etc.) es mejor que no incida de forma frontal sobre lo que queremos fotografiar.
¿Por qué? Pues muy sencillo, porque si la luz incide frontalmente alcanzará tanto al elemento fotografiado como al fondo, contaminándolo de luz. Esto solo hará que tu fondo aparezca de color gris en lugar de negro, se proyecten sombras e incluso se refleje la luz o se vean arrugas (si has usado un fondo irregular).
Sabiendo que la luz se propaga en línea recta, tendrás que jugar con ella colocándola a 90º o 60º del elemento fotografiado o usando bloqueadores de luz como tarjetas negras o reflectores. Todo depende del espacio que tengas, cuanto menos espacio, más trampas vas a tener que usar.
A qué distancia situar la luz con respecto al elemento fotografiado es también importante. Lo más adecuado es que coloques la luz bastante cerca del elemento fotografiado y si dispones de modificadores de luz que hagan la iluminación todavía más direccional como snoots o grids (incluso caseros) todavía te resultará más fácil lograr un buen resultado.
¿Qué Ajustes Debo Emplear para Conseguir un Fondo Negro?
Ahora solo es cuestión de pensar un poco cuáles son los ajustes más oportunos para lo que pretendemos lograr, que no es otra cosa que apagar el fondo. Sin embargo, los ajustes que te vamos a proponer no son universales para todas las cámaras, simplemente porque cada cámara y su rango dinámico son diferentes.
No vamos a entrar a fondo a tratar este tema, pero es algo que debes tener en cuenta. Grosso modo, la razón por la que podemos lograr un fondo negro en nuestras tomas es porque nuestras cámaras tienen un rango dinámico más limitado que nuestra visión. Con nuestros ojos somos capaces de ver más variaciones tonales o de intensidad de luz en comparación con una cámara.
Por lo tanto, con una cámara más antigua y con un sensor más pequeño probablemente tengas un rango dinámico más acotado y te resulte más fácil lograr un fondo negro. Mientras que, si cuentas con una cámara último modelo de gama profesional, capaz de captar mucha más información tonal, te resultará más difícil.
En general, los ajustes ideales serían los siguientes:
- Seleccionar una apertura de diafragma pequeña entre f/5 y f/8 para que el sujeto aparezca perfectamente nítido.
- Reducir el tiempo de exposición todo lo posible para apagar el fondo. En función de la luz ambiente, necesitarás reducirlo más o menos, pero prueba con 1/200 – 1/250s (o más si no usas flash o tienes un flash de alta sincronización).
- Elegir una sensibilidad ISO lo más baja posible.
- Utilizar el modo de medición puntual para que se mida la luz justo donde se encuentra el elemento fotografiado y oscurecer más el segundo plano de la toma.
- Tratar de que la fuente de luz principal, ya sea natural de flash o continua, no incida de forma frontal para evitar que contamine el fondo. Acércala más al elemento fotografiado, si es necesario.
- Disparar en formato RAW para que te resulte más fácil modificar las luces y las sombras, recuperando detalles en zonas concretas que nos puedan interesar.
- Separar todo lo posible el fondo del primer plano, evitando que la luz llegue hasta él.
- Y, por supuesto, si tienes un fondo negro y se dan las condiciones de poder preparar la toma y emplearlo, usarlo. Simplificará y mejorará el resultado del trabajo. Pero recuerda que te interesa un material opaco y mate que no haga reflejos.
Siguiendo todos estos ajustes y con una distribución como la que te hemos relatado en este punto, tomamos esta fotografía.
Canon 7D · 50mm · f/6.3 · 1/125s · ISO 400
Toque Final: El Procesado de la Imagen
Si has seguido todos los pasos que te hemos indicado, probablemente ya obtendrás un fondo bastante oscuro. Pero puede ser que quieras que sea un negro aún más profundo.
Para eso ya tendrás que usar programas de revelado o edición como son Lightroom, Capture One o Photoshop. Sea en el programa que sea, nos interesará sobre todo ajustar las Sombras y los Negros, para obtener un color negro perfecto si no tenemos zonas iluminadas en el fondo.
Podemos usar también la herramienta Contraste para aumentarlo, aunque trabajarás de forma más precisa creando una capa de ajuste de Curvas. Así podrás trabajar en una capa de ajuste las diferentes zonas de luces y sombras de forma independiente y corregir mejor los valores tonales de tu captura manualmente.
Aunque una forma rápida y eficaz de ajustar el rango tonal de su imagen es esta. En el panel de propiedades de Curvas verás en el lado izquierdo tres cuentagotas. Haz clic en el de arriba, ese es el que controla los negros. Ahora haz clic en su fondo. De esta manera, le estás diciendo a Photoshop que el fondo es el negro más negro de la imagen.
Esto hará que tu fondo sea negro, aunque modificará toda la gama tonal oscureciendo toda la imagen. Si te gusta, no hay problema. Si, en cambio, deseas mantener su sujeto como estaba originalmente, debes darle visibilidad al sujeto en capa inferior.
Resultado Final Revelada con Capture One y Editada en Photoshop
Para ello, vuelve al panel de capas. Notarás que la capa de curvas que agregaste tiene una miniatura blanca, es una Máscara de Capa. Entonces, escoge la herramienta Pincel con el color negro y pinta sobre el elemento fotografiado. Puedes usar una opacidad baja para que se pinte gradualmente; de esta manera, no se generarán transiciones bruscas.
Y ya lo tienes, oscureciste tu fondo negro en edición. Puedes hacer el mismo proceso usando la herramienta Niveles o ajustando el Brillo y el Contraste en lugar de usar Curvas, por lo que hay varios métodos para lograrlo.
Por último, si existen puntos brillantes, arrugas iluminadas o imperfecciones, podemos usar las herramientas de reparación y clonación de las que dispongamos para eliminarlas de la imagen.