La fotografía de retrato es una de las disciplinas más practicadas, tanto por fotógrafos profesionales, como por fotógrafos amateur. Incluso me atrevería a decir que es probablemente la disciplina más extendida entre los no profesionales. A todos nos encanta ver a la familia, o a nosotros mismos y congelar el tiempo cuando estamos en momentos, o lugares especiales.
Seguro que si llevas poco tiempo en la fotografía te habrás preguntado muchas veces cómo hacen los profesionales para conseguir esos atractivos retratos con fondos desenfocados y una increíble nitidez en el sujeto. Mientras que si tienes cierto dominio de la técnica y amigos a los que le gustan tus fotos, habrás tenido que responder muchas veces a preguntas del tipo: ¿qué ajustes tengo que seleccionar para que mis fotografías de retrato luzcan como las tuyas?, ¿con qué parámetros consigues que el sujeto siempre destaque en tus fotos?, ¿qué configuración debo utilizar para lograr esa nitidez en el rostro de mis sujetos?…
En el artículo de hoy te voy a dar 5 consejos sobre ajustes para que, tanto si eres de los que preguntan, como si eres de los que contestan a las preguntas, puedas tener una «rápida receta» que aplicar en tu próxima sesión de retrato, o con la que contestar a cualquiera que te pida consejo. ¿Quieres conocerlos? Empecemos 😉
#1 Pon El Modo Manual
Estamos hablando de los ajustes más apropiados, y como vamos a tener que seleccionar múltiples ajustes, la primera recomendación es que configures tu cámara en modo manual para tener plena libertad a la hora de elegir éstos.
Retrato realizado en modo manual. Parámetros de la toma: Nikon D750, 85mm, f/2.8, 1/320 seg, ISO 200, Flash OFF.
Ya sé que las primeras veces que utilizas el modo manual de tu cámara da mucho miedo, pero poco a poco le cogerás el tranquillo. Así que, hazme caso, ponlo en manual. Verás como merece la pena.
#2 Sensibilidad ISO: El Valor Más Bajo Posible, Como Punto de Partida
Lo sé, algunos -si no todos- estaréis diciendo: «menudo consejo», «claro, eso siempre lo hago, dispare retrato, o cualquier otro tipo de fotografía».
Trataré de explicar a qué me refiero: el primer parámetro que debes fijar es la sensibilidad ISO y establecerla con el valor nativo o base de tu cámara: ISO 100, o ISO 200. De este modo, evitaremos la aparición de ruido en nuestra toma y conseguiremos la mejor calidad.
Retrato en interior, donde fue preciso subir la sensibilidad ISO para asegurar una exposición correcta. Parámetros de la toma: Nikon D750, 70mm, f/2.8, 1/100 seg, ISO 1250, Flash OFF.
¿Qué pasa si no hay suficiente luz para exponer correctamente nuestra imagen tras haber definido los otros parámetros? Entonces sí nos veremos obligados a subir el valor de ISO, aunque siempre lo estrictamente necesario y después de haber abierto todo lo posible la apertura y reducido el tiempo de exposición.
Lo bueno de empezar siempre por ajustar al mínimo la sensibilidad ISO es que así evitamos el utilizar por error un valor alto de sensibilidad ISO -posiblemente de alguna configuración previa- por no haberlo revisado al principio.
#2 Apertura: ¿El Fondo Importa, O No?
Por regla general, las mejores imágenes de retrato son aquellas en las que la atención de la fotografía está centrada en el sujeto y para esto no hay mejor fórmula que evitar distracciones en el fondo a través de un considerable desenfoque de éste.
Retrato en el que el fondo, aunque de una bonita casa de piedra y madera, carece de importancia, por lo que se reduce al mínimo posible la profundidad de campo con el uso de un diafragma muy abierto (f/1.4). Parámetros de la toma: Nikon D7000 (factor recorte 1.5x), 50mm, f/1.4, 1/400 seg, ISO 200, Flash OFF.
¿Cómo logramos esto? Pues abriendo todo lo posible el diafragma de nuestro objetivo. Aperturas de f/1.4 o f/1.8, sumado al uso de objetivos con focales largas hacen que el fondo se desvanezca y el sujeto destaque. Eso sí, cuidado al abrir mucho el diafragma, pues una profundidad de campo muy reducida puede jugarnos a veces malas pasadas.
Retrato con plano general en la playa de Nazaret, Portugal. Se pretendía dar importancia, además de a la niña, también al fondo, por lo que se utilizó una amplia profundidad de campo a través de una focal más corta y una apertura más cerrada. Parámetros de la toma: Nikon D750, 35mm, f/8, 1/400 seg, ISO 100, Flash OFF.
En otras situaciones, ya sea por la belleza del fondo, lo representativo de éste para la historia que se quiere contar con la imagen, o por buscar ambientar la fotografía, puede que interese dar mayor importancia al fondo y reducir el desenfoque de éste. En estas situaciones, será preciso utilizar aperturas mucho más cerradas, tipo f/11 ó f/16, pero sin pasarnos, y, si es posible, también utilizar focales más cortas.
#3 Tiempo de Exposición: El Adecuado Para Una Correcta Exposición
Habiendo establecido el valor de la sensibilidad ISO y la apertura, sólo nos falta el último de los parámetros del triángulo de la exposición por ajustar: el tiempo de exposición.
Salvo que busquemos algún efecto creativo en el fondo, o el sujeto se encuentre moviéndose, el papel que desempeñará el tiempo de exposición en nuestras fotografías de retrato deberá ir dirigido únicamente a exponer correctamente nuestra toma.
Así que presta atención al exposímetro de tu cámara, revisa el modo de medición que tienes configurado y modifica el tiempo de exposición hasta lograr que el exposímetro muestre una lectura centrada de la imagen.
Retrato a contraluz en el que se ha ajustado la exposición -concretamente el tiempo de exposición- para evitar quemar las luces de fondo y el halo que aparece alrededor de la niña. Parámetros de la toma: Nikon D750, 85mm, f/4, 1/320 seg, ISO 100, Flash OFF.
Si tienes la suerte de que tu cámara además te ofrece un histograma en tiempo real, podrás aprovechar para verificar la correcta exposición de la toma. Busca que el histograma esté bien desplazado hacia la derecha, pero sin que se te quemen las luces.
¿Ya has ajustado la luz de la fotografía con el valor adecuado de tiempo de exposición? Pues ahora es el momento de valorar si ese tiempo de exposición es adecuado para obtener una imagen suficientemente nítida.
Retrato en el que se utiliza un tiempo de exposición más rápido que el doble de la focal equivalente (ya que se utiliza una cámara con un sensor menor que el tamaño FF), para asegurarnos de que el resultado es realmente nítido. Parámetros de la toma: Lumix G9 (factor de recorte 2X), 43mm, f/2.2, 1/200 seg, ISO 200, Flash OFF.
En fotografía de retrato, teniendo en cuenta los posibles movimientos de sujeto y o fotógrafo, una buena regla es utilizar un tiempo de exposición de, al menos, el doble de la distancia focal utilizada. Si estás disparando con un 50mm, deberías utilizar siempre un tiempo de exposición de 1/100 seg, o superior. ¡Ojo! Si utilizas un sensor de menores dimensiones que FF (Full Frame), utiliza la focal equivalente a la hora de realizar este cálculo de tiempo de exposición mínimo.
Retrato en el que se utiliza un tiempo de exposición más prolongado que el recomendado por la regla del doble de la focal. Se asume este riesgo por contar con una modelo que aseguraba que no se movería y al ser realizada la toma sobre un monopié. El resultado es muy nítido. Parámetros de la toma: Nikon D7000 (factor de recorte 1.5X), 85mm, f/2.8, 1/40 seg, ISO 100, Flash OFF.
Es cierto que si fotografías modelos, tienes buen pulso, o utilizas trípode, o tu cámara y/o objetivos disponen de la función de estabilización podrías utilizar menores tiempos de exposición. Sin embargo, yo te recomendaría que, si puedes, no pongas a prueba a tu equipo y trates de utilizar ajustes más apropiados.
¿Qué sucede si el tiempo de exposición que has configurado es más prolongado que el tiempo mínimo recomendado? Deberás reducirlo hasta al menos el doble de la focal y compensar la pérdida de exposición subiendo la sensibilidad ISO, o arriesgarte a conseguir una foto un poco menos nítida (como en la fotografía superior), aunque sin tanto ruido derivado del uso de una mayor sensibilidad ISO. En este punto entra en juego tu consideración de cuáles son los valores de ISO aceptables de tu cámara.
#4 Si Disparas Con Flash, La Película Cambia Un Poco
Cuando fotografiamos con flash, tenemos que manejar dos exposiciones: la de la luz ambiente y la de la luz del flash. Algunos de los parámetros que configuramos afectan a una exposición y no a otra, o a ambas de forma simultánea. Por lo que las reglas de juego cambian un poco.
Hay una regla que no cambia: usa el ISO más bajo posible. Es decir, configura el valor de ISO base o nativo de tu cámara y, prácticamente, olvídate de este ajuste. Salvo que la potencia de tu flash y/o la apertura máxima de tu objetivo no sean suficientes para lograr la exposición deseada.
En segundo lugar, debes saber que el tiempo de exposición importa más bien poco en la fotografía con flash, o mejor dicho, en cómo afecta a la exposición originada por el flash. Por tanto, lo único que tienes que tener en cuenta es la velocidad de sincronización de tu flash, normalmente 1/200 seg, o 1/250 seg, y utilizar tiempos de exposición iguales, o más lentos -esto último si quieres dar algo más de intensidad a la luz ambiente-.
En cuanto a la limitación de la velocidad de sincronización es, algo realmente relevante y que deberás respetar, salvo que tu flash disponga de sistemas tipo HSS. En ese caso, tendrás más posibilidades a la hora de variar el tiempo de exposición.
En lo que respecta a la apertura, además de para manejar la profundidad de campo de la toma, como veíamos en el consejo #2, también juega un papel muy importante a la hora de compensar o adecuar la potencia de flash, que será finalmente necesaria para una correcta exposición del sujeto.
Retrato realizado con sol de espaldas a modo luz de contra y flash ligeramente frontal a 45º por encima de la cabeza de la niña. Parámetros de la toma: Nikon D7000 (factor de recorte 1.5X), 50mm, f/5, 1/200 seg, ISO 100, Flash ON.
Al vernos con la restricción de tener que adecuar el tiempo de exposición de la toma a la velocidad de sincronización del flash y no poder utilizar valores más rápidos, para no sobreexponer la toma se suele partir de aperturas tipo f/4, f/5.6, o incluso f/8, y se va variando apertura y potencia de flash hasta lograr un resultado equilibrado.
¿Y qué hay de la potencia de flash? Será el último parámetro a considerar y deberemos ajustarlo, una vez que hayamos definido el tiempo de exposición, apertura e ISO necesario, de modo que logremos una exposición correcta del sujeto.
Para un manejo adecuado de la potencia del flash, estos ofrecen opciones para incrementar su intensidad en tercios de paso y, o bien haces uso del modo TTL, o tienes un fotómetro de mano, o tendrás que ir realizando pruebas hasta conseguir un resultado correcto. Tranquilo, al igual que con el modo manual, aunque al principio cuesta un poco, con paciencia podrás ir cogiéndole el tranquillo.
Si quieres más detalles y consejos sobre retratos con flash, este artículo de Guillermo D. Cobelo puede resultarte muy interesante.
#5 Configura El Modo Ráfaga Para Que Un Pestañeo No Arruine Todo El Trabajo
El último de los consejos se lo debemos agradecer a las cada vez mejores opciones que traen nuestras cámaras y a la increíble ventaja que aporta la fotografía digital de contar con un carrete «casi infinito»: configura el modo ráfaga de tu cámara y realiza múltiples fotografías de la misma pose.
Retrato de plano abierto en el que se configuró el modo ráfaga para elegir el mejor de los gestos de la niña. Parámetros de la toma: Nikon D750, 40mm, f/4, 1/500 seg, ISO 100, Flash OFF.
¿Por qué? Pues porque es una solución muy fácil para evitar que un mal gesto, o un tic pasajero eche a perder todo el trabajo previo de configuración, colocación, encuadre, composición, etc. Y con lo poco que cuesta configurar tu cámara y dejar un ratito más el dedo pulsado, merece la pena. ¿No crees?